¿Sabías que los ciberdelitos (cibercrimen) son el primer crimen organizado a escala internacional? Así es, este tipo de crimen está por delante en el ranking de crímenes organizados si lo comparamos con el narcotráfico o la trata de personas. De hecho, 7 de cada 10 empresas españolas sufrieron un ataque de ransomware si hacemos una media respecto los dos últimos años. Algo que supone, no solo un ataque a nuestra economía sino también un ataque a nuestra confianza, seguridad y, sobre todo, tranquilidad
Así nos lo notificó en 2021, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) 109.126 incidentes, de los cuales más de 90.000 correspondieron a ciudadanos y empresas. Sin embargo, una realidad hace que esta visión se desborde: Tal y como apunta este artículo:
“a medida que ampliamos la digitalización a distintos sectores productivos y actividades del ámbito personal, aumenta el perímetro de riesgo […] ante la pandemia se triplicaron los ataques en los entornos vinculados a la covid […] se ha ampliado es el número, la sofisticación y el alcance de los mismos.”
No obstante, no podemos permitir que el miedo se apodere de nosotros y no nos permita disfrutar y sacar tajada de todas las ventajas que nos ofrece la tecnología.
Las PYMES no están protegidas
Los expertos nos lo dejan claro. Los atacantes no irán a aquellas grandes empresas con toda la infraestructura lista para soportar cualquier ataque; sino que de dirigirán al “eslabón más débil”: en este caso las PYMES que, actualmente invierten un 6 % de su presupuesto en ciberseguridad. Con ello, sacamos una conclusión: las pymes no están ni protegidas ni son conscientes de que esto también les afecta. “Y solo toman consciencia cuando sufren un ataque”, denuncia el artículo anteriormente citado.
¿Cómo funciona el cibercrimen y a quién afectan?
La elevada peligrosidad de éstos se debe a que con tan un solo ataque, los hackers pueden encriptar la información y pedirnos la cantidad económica que les apetezca.
La estrategia se estructura en dos fases, básicamente:
- Primero hay un malware que infecta el sistema y que puede estar latente durante meses o puede rastrear al momento toda tu información: datos, ficheros, contactos, credenciales…
- Entonces, en segunda instancia, el malware desencadena el envío del ransomware, un segundo virus que llega a ese punto débil que ha detectado el primer virus, para robar esa información, encriptarla, bloquearla y exigir un rescate.
Desde pequeñas empresas hasta instituciones gubernamentales u hospitales y escuelas. ¿Quién se ha salvado de estos ataques? Esa es la pregunta.
¿Cómo podemos protegernos contra el cibercrimen?
Desde luego, aquella persona que no se ha formado en ciberseguridad es un blanco mucho más fácil para los atacantes. Por ello, una buena protección ante este tipo de crimen empieza por una formación intensiva de todos los protocolos que debemos tener bajo control: como consejos para tener una contraseña segura, no conectarse a wifis públicas o compartir con terceros hardware de empresa.
Aunque, inevitablemente, por mucho que nos sepamos las normas básicas, como hemos mencionado antes, los hackers ejecutan estrategias cada vez más sofisticadas y por ello debemos tener las infraestructuras necesarias para tener todo bajo control.
Contáctanos y deja en manos de profesionales esta tarea.
Para volver a sentir esa querida tranquilidad de que toda tu información, la de tus clientes, proveedores, partners…; estará bajo llave para los hackers a la par que accesible para ti y tus compañeros, siempre que la necesitéis.
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