La ciberseguridad es el nuevo pilar de la tranquilidad de todo empresario. De este modo, la búsqueda de un entorno cibernético seguro se reconoce como una responsabilidad empresarial que busca estar en constante revisión. Todo con un objetivo: la búsqueda de nuevas medidas para evitar acabar en una situación de amenaza. Y este fin no es una obligación que dependa única y exclusivamente de un solo departamento. Es tarea de todos obrar en harmonía para que nuestros sistemas no estén en peligro.
En los últimos meses, grandes compañías e instituciones públicas han sufrido ciberataques en sus sistemas operativos y de protección de datos. Desde Estrella Damm hasta el conocido caso de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El propio Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe) ha notificado en su web que el pasado año (2020) sucedieron más de 130.000 incidencias relacionadas con la ciberseguridad, lo que ha supuesto un incremento del 30% respecto al año anterior. En este enlace encontrarás toda la información en su portal oficial.
Empecemos con buen pie
Pero, aunque este tema pueda preocuparte debes saber que ya has hecho un primer paso hacia la buena dirección. Y es que, la primera gran acción que deben hacer las empresas es la de preocuparse por esta realidad, no negarla o dejarla únicamente a especialistas, sino intentar que todo el cuerpo de trabajo se empape de tal amenaza.
España, ¿poco consciente de la realidad?
Asimismo, este artículo nos alerta de que en España la falta de cultura y formación en estas materias, afecta tanto a las personas individuales como a las empresas, ¡nadie se salva! De hecho, un estudio mencionado en dicho artículo sostiene que hasta un 86% de nuestras compañías se consideran insuficientemente formadas en ciberseguridad. Esta realidad puede traducirse en un nivel de seguridad bajo por posibles malas prácticas y, por ende, ser el objetivo de cualquier ciberatacante. Y esta amenaza va desde robos o filtrados de información hasta extorsiones como el ‘ransomware’.
Este artículo de El Economista nos alerta del mismo modo de una triste realidad que apoya la tesis anteriormente mencionada sobre lo poco conscientes que somos en España de los peligros de la ciberdelincuencia respecto a otros países. El informe de la nueva Directiva NIS2 refleja que el el ransomware se triplicó en 2020 y que, sin embargo, las empresas e instituciones europeas siguen invirtiendo en ciberseguridad un 41% menos que Estados Unidos. De hecho, el mismo artículo subraya que el pronóstico más reciente muestra datos preocupantes:
“Los daños causados por el ransomware podrían alcanzar los 17 mil millones de euros al acabar el año 2021, lo que multiplica por 57 los costes correspondientes a 2015. Y se prevé que, en 2021, las empresas sufran un ataque de ransomware cada 11 segundos, frente a los 40 segundos de 2016.”
La ciberdelincuencia nos afecta a todos
Desde la paz de nuestro hogar con posibles amenazas de robo de información sensible o maltratando nuestros equipos como realizando lo mismo en la gran escala. Ningún sector se queda a salvo: educación, sanidad, industria, transportes… Todos podemos ser víctimas del hackeo y se convierte en un imperativo el actuar.
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